Quizá el problema sea que no sepas lo
que es la locura. Que no has probado a perder la cabeza, a saltarte
las reglas o a portarte mal aunque sea un solo día. Pues que sepas
que hoy es tu día, que lo has de aprovechar. Que ya vale estar
encerrada en casa llorando por todos esos problemas, ya vale. Sal a
la calle con tu mejor sonrisa y con la mejor de tus risas. Con la
falda más corta y los tacones más altos. Con la cabeza bien alta y
con una sobredosis de alegría. Ahí están, esas amigas que
supuestamente te querían e iban a estar contigo siempre y luego
resultaron ser unas idiotas. Demuéstrale hoy que si tú eres su
segundo plato, ellas son tu quinto cubata. Y ahora te toca reírte de
ellas, de la vida, de todo. Ahora te toca disfrutar de esta bendita
locura, pero ten cuidado, crea adicción. Una vez que empiezas, no
puedes acabar, te das cuenta de que adoras esa forma de vivir, porque
al fin y al cabo la locura es eso, una forma de vivir.
Su sonrisa, esa por la que vivo cada día para volverla a ver. Su cuerpo el que cualquier chica quedria tocar. EL.
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